Persona-jes/les

Siempre traté a mi mamá, como se tratan las madres, a mi novia como se tratan las novias y a mi profesora como a las profesoras.

Pero ese día, en que desperté de un sueño en donde el día había durado un minuto y yo había vivido la noche más larga de toda mi vida, tuve relacione sexuales, ni siquiera amorosas, con mi profesora de filosofía, quien podría haber sido mi madre, no por las relaciones, si no por su edad

Al despedirnos, me dijo_ El amor es una inveción humana para hacer menos cruel nuestro paso por la vida._ En ese momento no la entendí, yo quería siempre algo más. Luego al recordar sus palabras un poco más tranquilo, tampoco las entendí. Pero me contenté al saber que no era un pasaje de La Biblia, por lo tanto podía discutirse sobre la veracidad de tal afirmación.

Y tal vez, infuenciado por las actividades diurnas, esa noche soñé que me acercaba a un lugar lleno de conejos en donde estos comenzaban a acariciarme y a dedicarme halagos con voz payasesca de pares que hablan a sus bebés, como si el conejo fuera yo.

Al despertar me sentí como un juglar, es decir, algo así como me sentí siempre, un ser invadido por múltiples personalidades, cada una para cada ocación, que confluyen en un sólo cuerpo, el mio, como si fuera cada una, la única personalidad.

Años después de esta noche, recordé las palabras de mi profesora de filosofía, pero tampoco las entendí.

Emmanuel Perèt