lunes, 3 de agosto de 2009

Pelicula vieja... Está por Volver!



Había pensado en el suicidio alguna vez, pero no seriamente como posibilidad de escape a la realidad. También había recurrido reiteradas veces al alcohol, inspirador del alma, detonante de buenos pensamientos y olvidos momentáneos, pero tampoco era la solución.

Pensó en enamorarse, como si fuera esto cuestión de voluntad propia y muy espaciosamente solía leer algún cuento.

Cualquier método de evasión de lo real le resultaba casi en vano, por la razón, que una vez acabado el efecto; el campo seguía seco y del cielo no caía una gota.

Con los ojos derrumbados, perdidos en un rostro de pliegues encrucijados, Ramón observaba en el aire aquellos años de vacas gordas y pastizales verdes, luego la sequía. Tuvo que vender la mitad del ganado ese año, para darle de comer a la otra mitad. Pero al siguiente año tuvo que venderlo completo para comer el. Por suerte bajo la sombra de un frondoso árbol, la pequeña huerta seguía sobreviviendo, al menos así fue hasta el próximo año cuando al fin Ramón tuvo que marchar dejando tierra seca con melancolía y una ligera opresión en el pecho.


Como se me ha hecho costumbre, desde hace ya unos meses, voy habitualmente a un café, donde nadie toma café, sino uno que otro trago con alcohol. Esa mañana salí con mi paraguas porque llovía y estaba anunciado que el mal tiempo continuaría así, al menos una semana. De vuelta a casa, después del trabajo se me ocurrió hacer mi visita al café.

Sentado sólo, en una mesa con dos sillas, se encontraba Ramón, con la mirada lacrimosa y una pequeña valija marrón desgastada apoyada en el suelo a su lado. Me acerqué y no pude evitar preguntarle que le pasaba. Ramón me miró, dobló levemente una de las comisuras de su boca y me dijo _ Llueve... Vuelvo a mi tierra.


Emmanuel Perèt

jueves, 30 de julio de 2009

Y llueve...



Al mirarla de cerca no tenía ese encanto y esa frescura que siente uno al acercarse a una persona bella. Pero tenía ciertas particularidades que me llamaban la atención y me atraían, como por ejemplo su nariz, algo filosa y caída hacia la punta, con dos orificios muy aireosos, que al ser sincero, me parecían grandes en concordancia con el resto de la nariz. Pero por suerte tenía una boca hermosa... Bueno, tal vez llamarla hermosa sería exagerar un poco, pero sólo un poco si tenemos en cuenta que en verdad me gustaba la mitad de su boca, más específicamente la mitad de arriba, bien dibujada, debajo de un leve bello que recorría la parte posterior de un extremo de la boca, a la otra... Pero no pinchaban.

Sus dientes... Al hablar de sus dientes, en verdad me refiero solo a dos o a lo sumo cuatro, los de arriba que eran los que asomaban en todo m0mento como si el labio inferior no llegara a cubrirlos, eran... Eran...

Sus ojos, si bien tenían los párpados caídos devolvían una mirada llena de ternura, salvo cuando cada Lunes, con pesar, debía comenzar la dieta que abandonaba los Miércoles, para perder esos treinta y cuatro kilitos de más.

Recuerdo claramente el día que nos casamos, pero no recuerdo el porque. En ese entonces ella era... igual que ahora, pero yo no.

Yo fui cambiando, de pronto, la persona que se me presentaba como objeto de deseo, y despertaba en mí las fantasías más apetecibles para el alma que alguien pueda imaginar, ya no inspiraban ni siquiera para elaborar un verso de cuatro estrofas y sin rima. Pensé que no se puede desear lo que se posee con total seguridad, falsa imágen que creo en mí la firma en un papel. Y hoy, cuando ya han pasado setenta y ocho horas de nuestro divorcio, todavía la extraño. Y lloro. Y llueve.

Emmanuel Perèt


El amor?






martes, 28 de julio de 2009

Un nuevo comienzo!

Es la hora 4:18 de la madrugada... y de esta manera se me ocurrió volver... no se si despues de tanto tiempo alguien se acordara de este lugar pero tengo la idea de ir sacando telarañas, refrescar un poco el lugar y darle mas iluminación... Un nuevo comienzo, es a lo que aspiro, en simbolo de esta decisión puse un contador desde 0, y me decidi a escribir algunas palabras... despues de bastante tiempo, no se si por haberlas abandonado yo a ellas o ellas a mi.
Quiero agradecer a la buena gente que estuvo visitando en busca de señales de vida... Aca estoy espero encontrarlos pronto... un abrazo grande...
Emmanuel Perèt