Después de más de ocho horas de trabajo, logré estos casi dos minutos de animación, a manera de presentación y con ganas de continuar mejorando, una pequeña muestra, espero sea de su agrado a pesar de la vulgaridad jaja.
Emmanuel Perèt
Finezas sublimes, excesos de filantropía, intrigas explicitas, reflexiones extravagantes, espectros volátiles bañados en talco con milagros monoteístas, visitas imprevistas en días acordados, esperas eternas de flirteos que ya pasaron o que no vendrán, susurros al oído, cálidos reflejos, sutiles engaños, parafraseo camuflado, actuación detrás de bambalinas y retazos literarios, se pueden encontrar en este antro virtual.
Después de más de ocho horas de trabajo, logré estos casi dos minutos de animación, a manera de presentación y con ganas de continuar mejorando, una pequeña muestra, espero sea de su agrado a pesar de la vulgaridad jaja.
Emmanuel Perèt
A un banquero, le descubren un cáncer, si bien no es muy anciano, tiene varios años, una esposa y algunos hijos. Las miradas de su familia se van tornando lacrimosas a medida que su enfermedad avanza, sin piedad, ni pérdida de tiempo. La esposa hacia los mandados hasta el almacén cuando el marido estaba con vida. Hoy también. No pasa lo mismo, ni siquiera parecido en la casa de al lado, en donde un hombre, sólo un hombre ¿antes tenía familia? de apariencia extraña, casi sin dientes y apodado el loco, justifica su alias con las expresiones de su rostro y por deambular en ropa interior por el patio hasta la vereda. Pero hay diversas locuras, como así también locos y en la vivienda que le sigue, hay un loco, un poco retrasado, un poco enfermo. Tenía un padre hasta el día en que se acostó a dormir y no es una metáfora. Sus perros gritan en otro idioma, la gente sigue en silencio en nuestro idioma. Los perros gritan, la gente calla. ¿Porqué gritan, que dicen? Sólo lo sabía alguien que vivía en la casa de en frente que no podía hablar en nuestra lengua pero entendía a los perros, hasta que con su corta edad, cayó en la pileta y se ahogó. Los padres se siguen preguntando, donde estaban, de quien es la culpa, mientras no pueden mirarse a los ojos, sentados en cada punta de la mesa con unos cubiertos en la mano, sin saber si sacarse los ojos o largarse a llorar una vez mas. Mientras que al lado, un conventillo es la palabra adecuada para resumir y pasar por alto detalles atroces. Al llegar a la esquina, "Bienvenidos" nuevos vecinos, desconocidos llegaron, y ahí están sin decir, casi desapercibidos. Y frente a ellos, está mi casa, La Arcadia.
Hoy salí a la calle con el deseo de ser inmutable.


Pronto el agua bendita
nos llegó a la cintura.
No pudimos correr más.
Ella me abrazó fuerte.
Y me besó como si hoy
fuera el fin del mundo.
Húmedo y feliz le dije_
Te quiero, no te preocupes,
"Que siempre que llovió, paró".
Después de unas horas.
Ella desapareció bajo el agua.
El mundo parecía Venecia.
Pero inundada, como todo.
¿Quién le iba a creer a Noé?
Si era más mentiroso, el viejo.
Pobre paraguas, amor mio y yo.
Emmanuel Perèt