miércoles, 2 de abril de 2008

Entre dos islas, un mar de esperanza.


El bolso con su ropa ya estaba preparado, la madre lo despertó con el desayuno, el le dio un beso en la frente antes de irse y se fue.
Su hijo se había marchado por un tiempito al sur, el país no estaba bien, las islas estaban ocupadas.
La madre, como una Penélope a su marido, espero a su hijo, y lo espero, día a día, por meses, por años. El hijo nunca volvió. La guerra había terminado, una víctima entre tantas, una esperanza entre tantas.
La madre esperaba la llegada de su hijo sano y salvo, pero en su representación llegó una carta, anunciando que esto era imposible.
Pero sucede que la palabra imposible, no posee lugar en la esperanza de una madre por ver a su hijo volver a su casa, entrar por la puerta sonriendo, para abrazarla y decirle que fue todo un error y que él se encuentra bien.
Los años pasaron, y un buen día, la puerta se abrió, su hijo entró. La madre emocionada lo abrazó hasta sentir los latidos de él en su propio pecho, juntos se fueron a acostar y juntos se durmieron.
Al día siguiente, solo el sol amaneció. La madre, feliz en este momento, yacía sola en su cama, hacia ya dos días.

Emmanuel Perèt

Pd: Existen dos mundos que buscan la verdad, la razón que da cuenta de una verdad relativa en tiempo y espacio, y la fe que se ocupa de una verdad “trascendental” de los elementos terrenales. Para una madre que espera a un hijo, que nunca volverá, la esperanza es la razón de su fe, que se renueva día a día, aún contra la imposibilidad de la realidad. Las Islas Malvinas son Argentinas.

3 comentarios:

ClaudiaRG dijo...

El amor de una madre mantiene al hijo vivo hasta que ella muere.
El amor de una madre traspasa barreras, aún las lógicas, aun las que la mente puede explicar, porque el amor de madre no se mide en hechos sino se mide en sentimeintos.
Es triste que toquen a tu puerta para avisarte que alguien que quieres ya no estará más. Es triste saber que su presencia ya no te acompañará. Es triste saber que una madre nunca aceptará que ya no recibirá el beso del su hijo, ni los brazos que la abrecen, ni las palabras que la quieran.
Un hijo muerto en guerra debe significar una madre muerta en vida, que busca respuestas, que pide explicaciones... cómo su hijo tan querido, con apenas 18 años, con toda una vida por delante, con todo un sueño por cumplir, hoy ya no esté. Ese grupo de personas que decidieron entregar la vida de esos hijos a la guerra, de extraños que decian luchar por la patria, cometieron el peor de los delitos, directamente los mandaron matar porque los mataron de hambre, los mataron del miedo, los mataron de ignorancia, porque no sabían defenderse, solo sabían de patria, de gesta, pero nada que los pueda salvar.
Yo vivo en el sur, a unos cientos de km de las malvinas, vivimos lal guerra como nadie, ocultándonos en la oscuridad de la noche, para que no nos vean los militares ingleses, practicando simulacro de guerra en cada escuela de la ciudad, viendo soldados apostados en la escuela, en sus techos, en sus puertas, hemos sabido de miserias y de miedos, de colectas que nunca llegaron a destino, de miedo al bombardeo enemigo, de militares mentirosos, de medios mentirosos...
En la escuela alguien dijo... aqui se vivió la guerra como en ninguna parte, por todo lo que supimos, por todo lo que sufrimos, debemos dar a conocer todo lo que pasó, todo lo que pasamos... porque fue fácil verlo desde la televisión, pero dificil vivirlo en carne propia...
Te escribi muchito! se nota que este tema me toca demasiado!
Hermoso lo que escribiste, emotivo! Si hasta me imaginé a la madre con el peso en su corazón por el hijo perdido... y ya sabés... cuando es emotivo, hay lágrimas... que no se pueden contener, pero que dan fuerzas para seguir hablando, para seguir contando...
Porque las Malvinas son Argentinas, porque todos tendríamos que saber la verdadera historia, porque no tendremos que renunciar jamás, pero nunca más una Guerra! hay otras vías, más largas, más cansadoras, pero más humanas. Tarde o temprano podremos ver flamear la bandera nacional en territorio malvinense, no hay que perder las esperanzas!!!

un besototeee Emma!

Pd: No sabía que habias escrito! jaja me lo dijo mi reader Google... por supuesto!

Claudia!!!

Niño indecente dijo...

Que tal che? Me he pegado una vuelta por tu blog. Muy buena onda loco. Sigo leyendo. Un abrazo.

Lau dijo...

Emma :este texto es muy conmovedor !, me gustó mucho !te felicito por lograr tantas emociones, en quienes te leemos...Beso, Lau